domingo, 2 de agosto de 2009

La NBA teme un nuevo lockout en 2011


Cuando en el 2011 finalice el acuerdo al que NBA y jugadores llegaron en 1997 en la temporada de los 50 partidos, se cumplirá el 25 aniversario desde que se instaurara el límite salarial. Parece una fecha señalada en el calendario de muchos propietarios de franquicias que ya planean presentar planes de cambios en un sistema que con el actual panorama de crisis económica para muchas franquicias se hace insostenible. La NBA ya no es un negocio rentable como años atrás.

Por eso desde muchos frentes ya se ha empezado a especular con la posible aparición de un nuevo y temible lockout, ya que los jugadores a buen seguro se negarán a aceptar rebajas considerables en sus emolumentos, como bien parece que será la propuesta de los propietarios. Y es que ya se han escuchado algunas voces criticando el sistema del límite salarial, un sistema que aunque actualmente está llevando a algunas franquicias a pasar problemas económicos, es la seña de identidad de la NBA y ha permitido que la igualdad siempre haya sido la principal característica de una liga en la que los jugadores tienen las mismas opciones en LA, NY, Oklahoma o Salt Lake.

Precisamente ese es uno de los principales problemas que ocurre en la MLB, donde el límite salarial no existe y se han creado dos ligas paralelas, donde Yankees y otros mastodontes compiten con cifras multimillonarias por todas las megaestrellas, y el resto de equipos menores, que no pueden llegar a ese nivel. Eso no debería pasar en la NBA, o nadie preferirá ir a Sacramento en lugar de LA, o a Cleveland antes que a Boston.

Uno de los problemas del actual sistema de contratos de la NBA es que desde que se firmó en 1997 el acuerdo estableciendo máximos para rangos de experiencia, todos los equipos adoptaron la mentalidad que a los mejores jugadores de cada franquicia se les debía ofrecer el máximo posible para su estatus, lo que finalmente ha generado un déficit inasumible para muchos propietarios. Quizá el sistema deba cambiar en algunos puntos, pero no suprimirse, ya que se perdería el encanto que permite ver, por ejemplo, un mercado limitado como Utah 20 años seguidos en Play Offs.

Actualmente el salario medio de un jugador en la NBA es de 6 millones de dólares anuales. Contabilizando tanto estrellas como jugadores de relleno al final del banquillo. No parece que sea para pasar apuros económicos, al menos mientras están en activo, por lo que en caso de producirse una rebaja en los acuerdos que establezcan los máximos, que los jugadores lleven al extremo la defensa de sus intereses llegando a un nuevo lockout se antojaría algo esperpéntico. Máximo cuando miles de trabajadores de todo el mundo sobreviven con subsidios porque sus empresas han cerrado.
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