
En la habitación del hotel en el que se encontraban hospedados los Detroit Pistons, Richard hamilton y Chauncey Billups lloraron juntos la tarde que se conónoció el trade Iverson-Billups y que el base debía abandonar la franquicia de Michigan. Dos All-Star llorando a lágrima tendida lamentando el fin de una sociedad increible.
Bajo la atenta mirada de su otro compañero inseparable, Tayshaun Prince, compañeros desde el 2002, "fueron las dos o tres horas mas duras que he vivido en mucho, mucho tiempo en mi vida" reconoció Billups.
Joe Dumars ya había comentado durante el verano con Billups y con Prince que ambos habían sido ofrecidos como moneda de cambio a los Nuggets a cambio de Carmelo. En Denver habían rechazado la propuesta, pero los Pistons tenían en mente una renovación del roster, por lo que cuando se confirmó, a Billups sólo le quedó la opción de pensar que "se acabó, es lo que pienso sobre los trades, se acabó, no pasa nada".
Joe Dumars ya había comentado durante el verano con Billups y con Prince que ambos habían sido ofrecidos como moneda de cambio a los Nuggets a cambio de Carmelo. En Denver habían rechazado la propuesta, pero los Pistons tenían en mente una renovación del roster, por lo que cuando se confirmó, a Billups sólo le quedó la opción de pensar que "se acabó, es lo que pienso sobre los trades, se acabó, no pasa nada".
La cuestión es que Billups había renovado en 2007 como agente libre con los Pistons. Un contrato de 5 años y 60 millones de dólares. Pensaba que sería un Piston de por vida. Pero en el negocio no se conoce de sentimientos.
"No lo firmaría" si hubiera sabido que le iban a traspasar, reconoció el jugador. "No creo que nadie lo hiciese". Y es que cuando firmó la renovación con 30 años, ya pensaba que sería su último contrato y el lugar ideal para retirarse.
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