Después del anterior informe sobre los jugadores franquicia en los equipos de la conferencia Oeste de la NBA, ahora le toca el turno a los del Este.
Estos son los llamados a cargar con el peso del juego:
BOSTON CELTICS. Kevin Garnett. Pese a que Pierce sea el capitán, el que más tiempo lleva o el favorito de la afición, sin la llegada de Garnett y su capacidad de liderar a sus compañeros, no sólo estadísticamente, sino también aglutinando juego, les ha llevado al anillo.
NEW JERSEY. Vince Carter. No es esa superestrella que se presumía que llegaría a ser y su mentalidad de líder deja mucho que desear, pero tras la marcha de Kidd, Carter es el veterano que debe tirar del carro hasta que Devin Harris dé un paso al frente y se haga con el mando.
NEW YORK. Stephon Marbury. De confirmarse que su forma es la mejor de las últimas temporadas y su peso es el adecuado, Marbury es un líder nato, pese a que su hambre de protagonismo no le lleve a menudo a tomar la decisión adecuada. Los Knicks tienen una plantilla donde cuesta ver alguien que pueda dar un paso al frente. Si no es cortado y juega, será el que cargue con el peso.
PHILADELPHIA SIXERS. Elton Brand. Es un recién llegado pero sus condiciones y su peso en la NBA le señalan como la esperanza de los Sixers para dar ese salto de calidad. Hbrá que ver cómo Iguodala acepta su nuevo rol. Brand puede significar un impacto similar al de Garnett en los Celtics la pasada temporada.
TORONTO RAPTORS. Jermaine O’Neal. Otro recién llegado llamado a ser la cabeza visible. Después de que Bosh haya demostrado que no tiene madera de líder, la llegada de otro que sí la tiene, liberará a uno y aupará al otro. Si le respetan las lesiones mandará en el juego de los Raptors de forma apabullante.
CHICAGO BULLS. Luol Deng. La marcha de Ben Gordon ya no generará dudas sobre si uno u otro. La apuesta de los Bulls ha sido clara y Deng deberá responder haciéndose definitivamente con el mando de un equipo que reclama una cabeza visible clara para terminar de explotar su potencial.
CLEVELAND CAVALIERS. Lebron James. Hombre franquicia no sólo de su equipo, sino de la NBA entera. Él se lo come y él se lo guisa. Capacidad suficiente para hacerlo todo, y bien. Necesita encontrar a sus escuderos adecuados para terminar de llevar a los Cavs a la gloria.
DETROIT PISTONS. Chauncey Billups. El hombre que maneja desde hace años los destinos de los Pistons, volverá a ser la cabeza visible de los de la Motown. Capacidad para aglutinar juego y decidir acciones. La confianza de sus compañeros en él y en su dirección es incondicional. Otros jugadores con personalidad como Hamilton o Rasheed Wallace aceptan su liderazgo.
INDIANA PACERS. Danny Granger. Es el futuro de los Pacers. Su capacidad anotadora unida a lo completo de su juego, le hacen pieza básica para la formación de Larry Bird, que no anda sobrada de hombres que puedan conducir al equipo a la victoria. Los problemas de Tinsley con el equipo lo descartan, pese a sus condiciones, como hombre al que confiar los destinos de la franquicia.
MILWAUKEE BUCKS. Michael Redd. Uno de los anotadores más terroríficos de la NBA y el más fino en la ejecución del tiro junto a Ray Allen. Es un francotirador y por eso gran parte de la ofensiva de los Bucks se llama Redd. Un hombre al que confiarle el balón cuando nadie sabe cómo construir un tiro.
ATLANTA HAWKS. Mike Bibby. No parece ser el mejor base posible para hacer jugar a los que le rodean, pero se trata de un jugador veterano, que no se esconde, y que siempre busca estar presente en el juego de su equipo. Si las cosas ruedan bien para los Hawks, Bibby será la cabeza más visible del proyecto. Si aparecen las derrotas, esta predicción no será válida.
CHARLOTTE BOBCATS. Jason Richardson. El atlético escolta comandará junto a Gerald Wallace el juego de los Bobcats. Su fortaleza y su capacidad anotadora le convierten el hombre a tener en cuenta en el juego del equipo, aunque su capacidad para ser el hombre que dirija la nave quizá no esté del todo demostrada.
MIAMI HEAT. Dwane Wade. Un jugador que lo puede hacer todo en Miami. Y tras la salida de O’Neal más aún. Porque todos van a esperar que sea él quien tenga las posesiones difíciles y conduzca a los Heat a volver a luchar en PO como en 2006. Sin nadie de peso a su lado, Wade demostrará que no se arruga por llevar la gorra de mando.
ORLANDO MAGIC. Dwight Howard. Es una fuerza de la naturaleza y aunque por personalidad quizá no sea el prototipo de hombre franquicia, su juego lo señala como el hombre al que confiar el futuro del equipo. Como mandan los cánones antiguos, un center dominante sobre el que construir una franquicia.
WASHINGTON WIZARDS. Gilbert Arenas. Su personalidad acapara los flashes dentro y fuera de la cancha. Su juego le acompaña. Tiene cualidades tanto a nivel mental como de juego para ser el jefe de cualquier equipo. El Capitán 0, después de rebajar su salario para poder hacer una plantilla competitiva, no se echará atrás cuando haya que tomar decisiones.
Estos son los llamados a cargar con el peso del juego:
BOSTON CELTICS. Kevin Garnett. Pese a que Pierce sea el capitán, el que más tiempo lleva o el favorito de la afición, sin la llegada de Garnett y su capacidad de liderar a sus compañeros, no sólo estadísticamente, sino también aglutinando juego, les ha llevado al anillo.
NEW JERSEY. Vince Carter. No es esa superestrella que se presumía que llegaría a ser y su mentalidad de líder deja mucho que desear, pero tras la marcha de Kidd, Carter es el veterano que debe tirar del carro hasta que Devin Harris dé un paso al frente y se haga con el mando.
NEW YORK. Stephon Marbury. De confirmarse que su forma es la mejor de las últimas temporadas y su peso es el adecuado, Marbury es un líder nato, pese a que su hambre de protagonismo no le lleve a menudo a tomar la decisión adecuada. Los Knicks tienen una plantilla donde cuesta ver alguien que pueda dar un paso al frente. Si no es cortado y juega, será el que cargue con el peso.
PHILADELPHIA SIXERS. Elton Brand. Es un recién llegado pero sus condiciones y su peso en la NBA le señalan como la esperanza de los Sixers para dar ese salto de calidad. Hbrá que ver cómo Iguodala acepta su nuevo rol. Brand puede significar un impacto similar al de Garnett en los Celtics la pasada temporada.
TORONTO RAPTORS. Jermaine O’Neal. Otro recién llegado llamado a ser la cabeza visible. Después de que Bosh haya demostrado que no tiene madera de líder, la llegada de otro que sí la tiene, liberará a uno y aupará al otro. Si le respetan las lesiones mandará en el juego de los Raptors de forma apabullante.
CHICAGO BULLS. Luol Deng. La marcha de Ben Gordon ya no generará dudas sobre si uno u otro. La apuesta de los Bulls ha sido clara y Deng deberá responder haciéndose definitivamente con el mando de un equipo que reclama una cabeza visible clara para terminar de explotar su potencial.
CLEVELAND CAVALIERS. Lebron James. Hombre franquicia no sólo de su equipo, sino de la NBA entera. Él se lo come y él se lo guisa. Capacidad suficiente para hacerlo todo, y bien. Necesita encontrar a sus escuderos adecuados para terminar de llevar a los Cavs a la gloria.
DETROIT PISTONS. Chauncey Billups. El hombre que maneja desde hace años los destinos de los Pistons, volverá a ser la cabeza visible de los de la Motown. Capacidad para aglutinar juego y decidir acciones. La confianza de sus compañeros en él y en su dirección es incondicional. Otros jugadores con personalidad como Hamilton o Rasheed Wallace aceptan su liderazgo.
INDIANA PACERS. Danny Granger. Es el futuro de los Pacers. Su capacidad anotadora unida a lo completo de su juego, le hacen pieza básica para la formación de Larry Bird, que no anda sobrada de hombres que puedan conducir al equipo a la victoria. Los problemas de Tinsley con el equipo lo descartan, pese a sus condiciones, como hombre al que confiar los destinos de la franquicia.
MILWAUKEE BUCKS. Michael Redd. Uno de los anotadores más terroríficos de la NBA y el más fino en la ejecución del tiro junto a Ray Allen. Es un francotirador y por eso gran parte de la ofensiva de los Bucks se llama Redd. Un hombre al que confiarle el balón cuando nadie sabe cómo construir un tiro.
ATLANTA HAWKS. Mike Bibby. No parece ser el mejor base posible para hacer jugar a los que le rodean, pero se trata de un jugador veterano, que no se esconde, y que siempre busca estar presente en el juego de su equipo. Si las cosas ruedan bien para los Hawks, Bibby será la cabeza más visible del proyecto. Si aparecen las derrotas, esta predicción no será válida.
CHARLOTTE BOBCATS. Jason Richardson. El atlético escolta comandará junto a Gerald Wallace el juego de los Bobcats. Su fortaleza y su capacidad anotadora le convierten el hombre a tener en cuenta en el juego del equipo, aunque su capacidad para ser el hombre que dirija la nave quizá no esté del todo demostrada.
MIAMI HEAT. Dwane Wade. Un jugador que lo puede hacer todo en Miami. Y tras la salida de O’Neal más aún. Porque todos van a esperar que sea él quien tenga las posesiones difíciles y conduzca a los Heat a volver a luchar en PO como en 2006. Sin nadie de peso a su lado, Wade demostrará que no se arruga por llevar la gorra de mando.
ORLANDO MAGIC. Dwight Howard. Es una fuerza de la naturaleza y aunque por personalidad quizá no sea el prototipo de hombre franquicia, su juego lo señala como el hombre al que confiar el futuro del equipo. Como mandan los cánones antiguos, un center dominante sobre el que construir una franquicia.
WASHINGTON WIZARDS. Gilbert Arenas. Su personalidad acapara los flashes dentro y fuera de la cancha. Su juego le acompaña. Tiene cualidades tanto a nivel mental como de juego para ser el jefe de cualquier equipo. El Capitán 0, después de rebajar su salario para poder hacer una plantilla competitiva, no se echará atrás cuando haya que tomar decisiones.
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