Baloncestistas más odiados

Una lista de reciente aparición elaborada por el operador de Internet AOL (anteriormente America Online) en base a encuestas a sus abonados, ha dejado datos curiosos sobre los deportistas más odiados en Estados Unidos.
Lo más estacado es que el basket es el deporte que menos odios genera, ya que de los 50 listados, sólo 7 están relacionados con el mundo de la canasta. Pero las sorpresas al ver los nombres del mundillo baloncestístico que más animadversión destapan, y los puestos que ocupan, aumenta al ver quiénes son.
De los siete, sólo Ron Artest es todavía jugador en activo. Se lo ha ganado a pulso y a nadie le puede sorprender su aparición. Quizá sí el que se encuentre en el puesto 35. No sería de extrañar una posición más elevada.
Entre los jugadores que no se encuentran ya en activo otro que no podía faltar, Dennis Rodman. El Gusano, a base de excentricidades, se granjeó las simpatías de unos y el odio de otros. A nadie dejaba indiferente. Aparece en el puesto 41.
En el apartado de los despachos está en el puesto 48 Clay Bennet. Mucho odio hacia su persona en Seattle y alrededores, ya que es el propietario de los Oklahoma City Thunders y responsable de que la ciudad del noroeste americano se quede huérfana de basket.
Otro personaje que se ha granjeado los odios en su estancia como directivo es Isiah Thomas. Puesto 18 gracias a una desastrosa política de fichajes que ha enturbiado una brillante carrera como deportista. Aunque en su etapa en activo ya era personaje de lengua afilada sobre la cancha y capitán de los Bad Boys que no levantaban muchas simpatías fuera de Detroit.
Prueba de esto es el puesto 31 del ranking, reservado a Bill Laimbeer, compañero en los Pistons de Thomas y Rodman. El más duro de un equipo de duros. Actual entrenador de la WNBA y hombre de carácter fuerte.
Otro entrenador que aparece es Larry Brown. Puesto 25. Un auténtico vagabundo que se ha recorrido medio país entrenando y que no parece haber dejado buen recuerdo en ningún lugar.
Y por último, el personaje relacionado con el mundo de la canasta más odiado es Mike Krzyewsky. Puede sorprender a algunos. Aunque a otros no les cogerá por sorpresa. Su sonrisa despreciativa tan característica ha propiciado incluso que le achaquen la aparición de un antiamericanismo en los pasados Juegos Olímpicos.