miércoles, 10 de septiembre de 2008

Jugadores franquicia en el Oeste


El jugador franquicia es aquel sobre el que recae el peso del juego de un equipo y la responsabilidad de liderar a sus compañeros tanto dentro como fuera de la cancha. Es al que miran todos cuando nadie sabe qué hacer. El que debe tomar decisiones cuando las cosas van mal y al que se la pasan cuando la bola quema en las manos.
Esa figura es difícil de reconocer en algunas plantillas, pero en otras es evidente la existencia de un líder claro. Estos son los jugadores franquicia de los equipos de la Conferencia Oeste:

DALLAS MAVERICKS. Dirk Nowitzky. El alemán es el alma de los Mavericks. El buque insignia de la escuadra de Texas desde hace muchas temporadas, MVP del 2007 y considerado uno de los referentes ofensivos de la competición. El 2008 no fue su mejor temporada y la llegada de Kidd le puede restar protagonismo, pero su trayectoria le señala como el hombre sobre el que recae el porvenir de los Mavs.

Houston Rockets. Tracy McGrady. Pese a que el gigante chino Yao Ming cada vez aglutina más juego e importancia a ambos lados de la cancha, T-Mac no deja de ser una de las megaestrellas y quizá el mayor talento puro actualmente de la competición. Las lesiones siempre le han impedido terminar de asentarse definitivamente como el mejor, pero no cabe duda que el juego de los Rockets pasará por sus manos.

MEMPHIS GRIZZLIES. Rudy Gay. Siempre quiere estar presente y no le quema la bola en las manos, por lo que se postula como el líder de unos Grizzlies en los que la visones está acompañada de veteranía que tendrá poco protagonismo. Gay, que aglutina mucho juego en ataque, debe ser su referencia, acompañado por Mayo, rookie al que no se le puede cargar con la responsabilidad de ser el hombre franquicia pese a su impacto mediático.

NEW ORLEANS. Chris Paul. El para muchos mejor base de la competición fue sin duda alguna el responsable del éxito del equipo en la pasada campaña. Su capacidad de liderazgo, sus puntos y el juego que genera dando opciones de tiro a sus compañeros le otorgan el papel de capo absoluto de los Hornets.

SAN ANTONIO. Tim Duncan. Pese a que se especule con algunas buenas temporadas de Parker o de Ginobili, si Duncan no aparece, el partido se complica para los Spurs. No hace ruido, incluso parece que se esconde en los partidos, pero sus números siempre son suficientes. Cuatro anillos en su mano le avalan como jugador franquicia importante que asegura éxitos.

DENVER NUGGETS. Carmelo Anthony. Hacer convivir a dos gallos en el mismo vestuario es difícil. Iverson y Carmelo son dos hombres que necesitan saberse líderes y lanzar mucho. El tiempo, junto a la aparente cesión de galones por parte de The Answer a Melo, le señalan como el hombre sobre el que todos los focos apuntan en Denver. Si no le falla la cabeza tiene calidad de sobra para liderar cualquier equipo campeón.

MINNESOTA TIMBERWOLVES. Al Jefferson. Su llegada a Minneapolis procedente de los Celtics fue el impulso definitivo que necesitaba para explotar su juego de excelente reboteador. Es un 20-10, con todo lo que supone tanto en ataque como en defensa para un equipo. Su envergadura hace que sus largos brazos rodeen el futuro de los Wolves, ya que de ellos depende no quedar de nuevo entre los últimos.

PORTLAND TRAIL BLAZERS. Brandon Roy. Pese a la aparición de Greg Oden o la emergente calidad de otros jugadores de los Blazers, la insultante juventud de este equipo hace que no quede nada claro quién se quedará con el mando. Roy es el mejor situado, ya que la confianza del entrenador es total y ya fue el líder del equipo la temporada pasada.

OKLAHOMA CITY THUNDERS. Kevin Durant. El rookie del año la temporada pasada está llamado a ser un líder natural. Sus características, tanto físicas como técnicas, hacen de él un prototipo de hombre franquicia. En su primer año ya demostró que no se arruga, que puede aglutinar la ofensiva de su equipo y que acepta ese rol.

UTAH JAZZ. Deron Williams. En este caso puede ser un liderazgo compartido con Boozer, ya que los dos representan la figura del hombre exterior-hombre interior, que se convierten en la columna vertebral de un equipo. Deron aglutina más juego, decide más que Boozer y tiende a ser cada vez mayor su mano en la dirección.

GOLDEN STATE WARRIORS. Monta Ellis. Pese a que todo el lío montado alrededor de su lesión y el engaño que se inventó, puede pasarle factura, el contrato millonario firmado este verano y la marcha de Baron Davis, le deja como único foco de la esperanza de los Warriors.

L.A. CLIPPERS. Baron Davis. Un líder natural. Aglutina cantidad de juego, de toma de decisiones, de presencia en pista y fuera de ella. Su llegada supondrá la adopción de un rumbo que los Clippers parecían haber perdido. El juego pasará por sus manos y las decisiones, para bien o para mal, dependerán de Baron y su personalidad.

L.A. LAKERS. Kobe Bryant. No hay discusión posible. El hombre que pide la bola siempre, que quiere estar presente en todas las acciones, que defiende con intensidad, que aparece fuera de la cancha. Alma de los Lakers. A veces su exceso de celo en ser protagonista termina por empañar su juego. MVP del 2008, saldrá a demostrar que ya era hora de ganarlo.

PHOENIX SUNS. Steve Nash. Un jugador capaz de determinar el tipo de juego de un equipo siempre será jugador franquicia allá donde vaya. Nash condiciona con su presencia la necesidad de elaborar un juego más ofensivo. Creativo como pocos, hace mejores a los que están a su lado y marca la dirección a tomar.

SACRAMENTO KINGS. Kevin Martin. La marcha de Ron Artest le deja como único líder y hombre claro de referencia en unos cada vez más desangelados Kings. Su capacidad anotadora le convierte en referencia de un equipo necesitado de un líder que reconduzca la situación.

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